Compartiendo la habitación con mi hermana

Si has estado compartiendo la habitación con tu hermana o hermanas por lo que va de vida o por algunos meses, compartir un dormitorio cuando eres adolescente no es cosa fácil. Aquí te ofrecemos algunos consejos que puedes seguir para hacer las cosas más fáciles dentro de un territorio mutuo.

Pregunta primero.

No tomes nada sin preguntar, eso incluye: ropa, maquillaje, CDs, lo que sea. No querrías que ella hiciera lo mismo sin tu permiso, ¿cierto?

Realiza un plan.

Si tu hermana y tú tienen una computadora en su cuarto, realiza un calendario que diga cuándo necesitas usarla. Lo mismo va para la TV. Además, si vas a tener la visita de tus amigos en la tarde y quieres el dormitorio para ti sola, reserva ese día como tu día. Ella podrá tener el siguiente día para sus actividades. Si trabajas en escoger las fechas de uso de la habitación de ante mano, evitarás que se inicie un conflicto de intimidad.

Privacidad.

Es importante tener privacidad (tiempo para ti sola). Elabora tus tareas en un horario donde tengas el cuarto solo para ti; así te concentrarás más en lo que haces. Además, no temas en llevar contigo tu diario, con él puedes recordar tus propias ideas y planificaciones. Solo ponle cerradura a tu diario y así nadie leerá lo que hay en él.

Lleguen a un acuerdo.

Ella quiere tener todas sus condecoraciones en la pared y tú no quieres, igualmente, deseas pegar un afiche de N Sync y ella los odia. Hagan un acuerdo, ni tú ni ella pongan o peguen nada en la habitación, y así las dos estarán complacidas.

Evita las fronteras territoriales.

No coloques tu reproductor en el centro de tu cuarto para separar la zona. Dividir el cuarto de esta manera difícilmente funciona, y luego terminarás con menos espacio. Aprende a conocer lo importante que puede ser para ti sentir cada cosa que te gusta por individual en un espacio compartido.

 No conviertas tu cuarto en una pocilga.

Tu mamá probablemente está diciéndote que limpies el cuarto constantemente y a ti te fastidia. Debes saber que la limpieza ayuda cuando estás compartiendo algo así. El aseo muestra respeto por cada una de ustedes y hace que el cuarto luzca más amplio y lindo.

Piensa positivamente.

Es difícil pensar sobre los beneficios de compartir un dormitorio, pero las oportunidades para disfrutarlo y aprender de eso son muchas; una de ellas es que tendrás una compañera de habitación por primera vez en la universidad, o vivirás con otra persona en algún momento de tu vida. Desarrollando la comunicación y compartiendo las habilidades desde ahora,  pueden ayudarte en el futuro a estar sola con personas extrañas.